Prés­ta­mos con garan­tía hipote­caria:

 

Son aque­l­los prés­ta­mos en los que el socio solic­i­tante o deu­dor pone un inmue­ble en garan­tía. 

Los doc­u­men­tos nece­sar­ios para sopor­tar una solic­i­tud de un prés­ta­mo hipote­cario son:

 

Cuan­do es una per­sona físi­ca:

 

   Copia de la cédu­la de iden­ti­dad.

 Cer­ti­fi­ca­do de Títu­lo de Propiedad orig­i­nal.

 Car­ta de ingre­so.

 

Cuan­do se tra­ta de una per­sona moral:

 

Cer­ti­fi­ca­do de Títu­lo de Propiedad orig­i­nal.

  Acta de la últi­ma asam­blea ordi­nar­ia en la que se establez­ca quien está autor­iza­do a rep­re­sen­tar la empre­sa.

  Últi­mos tres (3) esta­dos de situación audi­ta­dos.

  Últi­mos reci­bos de impuestos.

  Últi­mos tres (3) esta­dos de cuen­ta ban­car­ios.

  Pól­iza de seguros con­tra incen­dio.

  Lista de accionistas (número de acciones, direc­ción y telé­fono).

 

 La can­ti­dad solic­i­ta­da no podrá exced­er del 70% del val­or del inmue­ble otor­ga­do como garan­tía del prés­ta­mo.

Los prés­ta­mos con garan­tía hipote­caria deberán ser aproba­dos por los Con­se­jos de Admin­is­tración y el Comité de Crédi­to, reunidos en pleno.